Esos detalles que matan la pasión

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Los defectos pesan mas que las virtudes a la hora de escoger una pareja sexual.

» Que sea buen amante”, “que huela rico”, “que tenga éxito en su profesión”, “que me haga reír”, “que sea prudente”. Estas y tantas otras cualidades son mencionadas por hombres y mujeres cuando se les pregunta cómo es su media naranja soñada.

También tanto que influyen las imperfecciones a la hora de iniciar o seguir adelante con una relación seria o una aventura. En otras palabras, prefieren evitar riesgos que obtener ganancias y, en ese marco, el desempeño en la cama es un aspecto de no poca monta, pues, “el sexo es una de las estrategias de generación de vínculo y de expresión de afecto en una relación”.

Si algo desmotiva a los hombres, son las mujeres con poco deseo sexual, mientras que para ellas la relación es imposible si ellos no las impresionan con su forma de hacer el amor. Así para el género masculino es más importante la cantidad de sexo que tengan con sus parejas, al tiempo que el femenino le concede una mayor valoración a la calidad de este. Pero ello, como podría pensarse a la ligera, no responde a caprichos de uno y otro sexo, sino a razones que se pierden en los remotos orígenes de la especie y su instinto de conservación:

Los dos sexos tienen conductas diferentes frente al apareamiento, en la medida en que sus obligaciones con la reproducción también son distintas. A lo largo de la evolución, esas divergencias han enfocado a la mujer en asegurar hombres dispuestos y capaces de ocuparse de ellas y de sus hijos, mientras que, ancestralmente, los hombres se han concentrado en contar con el máximo número de parejas.(para una mayor dispersión de su semilla)”

Por eso hay es que conocerse bien a la hora de empezar una relación.

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