LAS COSAS MÁS RARAS QUE OCULTA TU MAL HUMOR..

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¿Tienes un genio que ni tú misma te aguantas? Tu HUMOR puede depender de muchísimos factores, incluso cosas que ni siquiera te imaginarías, como éstas que te presentamos.

Todo el mundo te dice que estás insoportable y lo peor es que…es verdad. La buena noticia es que probablemente no sea tu carácter lo que ha cambiado; hay muchos factores que pueden hacer que estés más irritable.

¿CANSADA?
Es obvio que cuando has tenido una buena noche estás mejor en todos los sentidos. Muchos estudios demuestran que no dormir suficientes horas o tener un sueño de mala calidad suele crear irritabilidad, problemas de concentración, memoria y ansiedad. Además, cuando esto sucede durante muchos días (por ejemplo, una semana) también
puede aparecer tristeza, ira y depresión.

La solución Según los investigadores, aunque cada persona tiene diferentes necesidades, el promedio de sueño  necesario ronda entre 7 y 9 horas por noche, y si puedes hacer una pequeña siesta de 15 minutos a lo largo del día, mejor. Si no quieres tener un humor de perro, también es básico que no interrumpas el sueño. ¿Te cuesta? Organiza
horarios regulares para despertar e irte a la cama, evita los aparatos electrónicos antes de dormir y, sobre todo, cuando toques la almohada deja los problemas de lado.

¿BEBES AGUA?
Aunque te parezca rarísimo, estar deshidratada puede influir en tu estado de ánimo, tener mala concentración y sentirte fatigada. Los investigadores de la Universidad de Connecticut de los Estados Unidos de América, descubrieron que hay una fuerte relación entre tu humor y el agua que bebes. Lo más fuerte es que se reveló que la falta de hidratación afecta más el estado de ánimo de las mujeres, pues sin agua parece que nos transformamos en verdaderos monstruos de genio más rápido que los hombres.

La solución Ya que este líquido constituye más de dos tercios del cuerpo humano, nunca nos hartaremos de decirte que beberla tiene muchos beneficios. El estudio aconseja dos litros al día para que las articulaciones y los ojos se mantengan lubricados, la piel se encuentre sana y tengas una buena digestión.

LA CULPA ES DEL TRABAJO
Si eres adicto al trabajo  es probable que no seas la más simpática del mundo. La gente que trabaja poco más de 50 horas a la semana come y duerme peor, lo que influye en un malestar general. Si además te la vives autocontrolándote para no explotar en una situación laboral que no te gusta, sentirás frustración y, por lo tanto, tendrás humor nivel muy alto.

La solución Antes de renunciar, replantéate el modo en el que te organizas: mantén tu espacio de trabajo limpio y ordenado, aprende a priorizar tus tareas y, sobre todo, respeta tu tiempo libre e intenta desconectarte. ¿Un buen tip? “Aléjate de lo que no te aporta, como los chismes o las peleas innecesarias con tus compañeros de trabajo”.

¿ESTÁS ENCERRADA?
La deficiencia de vitamina D se encuentra asociada a un estado de ánimo negativo y síntomas de depresión. Ya que ésta se absorbe por medio del sol, es posible  que si estás constantemente enclaustrada, te sientas fatal y con ganas de arañar a todo el mundo.

La solución Si no puedes salir al campo o tener más contacto con la naturaleza, poner elementos en tu lugar de trabajo
que te recuerden un hábitat tranquilo (como plantas, una minifuente de agua natural o una pecera) mejorará
constantemente tu humor. Algunos alimentos, como el pescado y los cereales, son buenas fuentes de
vitamina D, pero es básico que cada día des un paseo al aire libre de unos 10-15 minutos bajo el sol. Una buena
opción es irte el fin de semana al campo  y estar en contacto con la naturaleza. Notarás la diferencia en tu humor y en tu libido.

TODO ESTÁ EN TU DIETA
Tus cambios de humor pueden deberse a una alimentación inadecuada. Si bajan tus niveles de glucosa en la sangre, es más fácil que aparezca la ansiedad y el mal genio.

La solución Hay que hacer una dieta personalizada, pero generalmente ayuda consumir poca proteína animal, muchas frutas y verduras favorecer un ecosistema intestinal saludable. Obviamente, esto también indica que hay que olvidarse de los alimentos que bajan los niveles de glucosa en sangre (harinas refinadas, bollería industrial, hidratos de carbono
simples, pasteles, refrescos, dulces y chocolates).

 

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