El baño más placentero

banando

No es solo cuestión de higiene. El baño del bebé, es pequeño ritual de agua, es mucho más: un momento de relajación y disfrute para él.

El baño es uno de los momentos más agradables que vas a compartir con tu hijo durante los primeros meses de su vida. Una vez que pierda el inicial miedo al agua (algo en el que influyes tu), será el quien te sonría cuando sepa que llega ese instante único. ¨Es un momento mágico de comunicación entre padres e hijos¨. A través del agua tu hijo aprenderá, fortalecerá sus músculos, se despertara su curiosidad por el entorno y sus ganas de jugar.

La hora más adecuada

«No existe una hora mejor que otra aparta realizar el baño, aunque es cierto que a muchos padres les viene mejor por la noche porque tienen más tiempo para disfrutar y estar con su hijo¨. Y no les falta razón. Si quieren estar ambos padres presentes y dedicarles más tiempo, es más probable que lo encuentres por la tarde. En cualquier caso, es recomendable que se a la misma hora cada día porque la rutina le beneficia y le da cofinancia. ¨Lo bueno es marcar ritmos y que comprenda que tras una cosa viene la otra¨.

Es importante dejarlo todo a mano y preparado para no tener que improvisar. Pon la toalla cerca de la bañera, lo mismo que la ropa limpia, el peine, el panal y la crema del culito e incluso algún juguete de goma. Y ten en mano por su puesto el jabón para no tener que dejar a tu hijo solo mientras buscas esos productos. Evita siempre que puedas los cambios bruscos de temperatura.

A la hora de meterlo a la bañera debes de mojar primero los pies y, poco a poco, el resto del cuerpo, echándole agua a las piernas para que la perciba y se habitué. Nunca lo dejes suelto. Pasa tu antebrazo por detrás de la espalda, haciendo que su cabeza se apoye en la parte interna de tu codo y con esa lo puedas sujetar, o bien por debajo de las axila o bien por debajo de la ingle. De esta manera es imposible que se resbale. Con la otra mano le echas el agua o le das caricias. Deja la cabeza para el final. Y acompaña todo ese proceso hablándole de manera dulce y cariñosa y explicándole que le estás haciendo y lo bueno que es para él este baño. Todas estas acciones le tranquilizan y le harán mas feliz.

Cuidado con…

El ombligo. Hasta que se le caiga, cuando lo bañes que sea rápido para que no este mucho en remojo. Sécalo bien para que no se le infecte.

La vagina. Lávala siempre de arriba hacia abajo.

El pene. No hace falta limpiar el glande por ahora. Cuando el bebe sea algo mayor la limpieza sea más fácil, porque saldrá de forma natural.

Los oídos. A los bebés no se les deben limpiar los oídos por dentro. No te preocupes, ya tienen su propio mecanismo de limpieza, que es la cera.

Ahora sí, que esta guap@!!!

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