Sin sexualidad no hay salud

sexualidad

A pesar de las conquistas del movimiento feminista en materia de sexualidad, el horno no está para galletitas.

¿Qué quiero decir con esto?

Hoy, en el 2016, muchos de los derechos sexuales no se respetan. Sabemos que la sexualidad es un aspecto importante de los seres humanos que nace y muere con nosotros. Es fuente de placer, afecto, intimidad y llena de necesidades imprescindibles para tener una verdadera salud integral. Gracias a la sexualidad vinimos al mundo. Es casi imposible que la mujer pueda gozar de salud emocional, física y espiritual si carece de una vida sexual sana.

Toda mujer, igual que el hombre, tiene derecho a disfrutar de su sexualidad en libertad, sin violencia e informada. Unas condiciones que no se cumplen en casi ningún país.

La discriminación de las minorías sexuales y las mujeres sigue siendo una realidad preocupante. Todavía hay quien culpa a la liberación femenina de los actuales desastres en el mundo. Seguimos ganando menos que los hombres y no se respetan libertades ni nuestros derechos, además de que nos tratan como derechos sexuales y, aún en pleno siglo XXI, en cierto países se sigue practicando la ablación del clítoris, entre otras cosas.

No puede haber sexualidad sana, y por tanto una salud femenina sana, mientras seamos discriminadas y coartadas en nuestra libertad, dignidad y capacidad de tomar decisiones. Tenemos que maternizar a la sociedad y desmaternizar a la mujer. Estamos cansadas de ser castigadas por invadir el espacio masculino en la ciencia, la política, el arte, etc… Se que difícil se hombre en este siglo porque no lo hemos educado y no ha realizado su propia liberación, pero también es difícil ser mujer, empresaria, mama, esposa y ama de casa. Luego también nos exigen mantenernos bellas y bailar reggaeton en posición horizontal. Ahora entiendo a Mafalda cuando grita Paren el mundo, me quiero bajar!!!.

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