Lograr el Amor en pareja, la intimidad en la que dos personas se ven y aceptan tal y como son, se abren sin miedo a juicios y caminan juntos creando y construyendo la vida, requiere mucha implicación, responsabilidad y crecimiento.

“Le he dado tanto y ahora me abandona”

“Quiero tener pareja pero no hay manera”

“A mi madre no le gusta ninguna de mis novias”

“Las parejas no me duran nada”

“Mi mujer me recuerda a mi madre”

“Necesito mi libertad; lo quiero pero me asfixio”

“Mi suegra tiene celos de mi”

“Tengo celos del la ex de mi marido”

Todas estas “quejas”, a veces cargadas de un gran dolor, y muchas que se repiten y extienden en el tiempo. Quejas y dificultades que reflejan la complejidad, el movimiento y la experiencia única que representan las relaciones de pareja. Parejas heterosexuales u homosexuales, jóvenes o maduras, porque lo cierto es que la pareja es una experiencia universal y que gracias a ella la humanidad existe y sigue existiendo.

Para poder formara una pareja (en la experiencia solo se puede llamar pareja cuando existe la convivencia) antes debemos sentir la necesidad de estar acompañados, sentir la necesidad de que alguien que camine a nuestro lado.

La relación de pareja es una relación entre iguales, que implica tomar al otro tal y como es, aceptación incondicional. La independencia o la libertad no existe en la pareja; decide, o libertad o pareja. Los dos son imposible. Una vez que nos vinculamos perdemos libertad o independencia(de cierta forma se pierda ambas), eso es algo que hay que tener claro al iniciar la convivencia.

La pareja exige elección, responsabilidad y compromiso. Llegar a conseguir lo que suele ser unos de los objetivos mas claros cuando nos encontramos a una pareja: el intercambio afectivo, la intimidad en la que dos personas se miran sin manipularse, ven y aceptan al otro tal y como es, pueden abrirse sin miedo a juicios y caminan y crean la vida juntos, requiere mucha ampliación, responsabilidad y crecimiento.

Por eso es que a veces nos hacen pensar en la pareja como una “misión imposible”.