Automasaje del rostro

masaje

El masaje facial es un aliado formidable: evita los abultamientos que tanto afean al rostro; la piel flácida se torna más firme; la adiposidad cutánea se reabsorbe poco a poco.

Primero limpia la piel, eliminando todo rastro de maquillaje, ya sea con agua y jabón o una crema, y pasa posteriormente un algodón con alcohol o con loción refrescante (cutis seco).

Una hora favorable: por la noche, antes de ir a dormir, cuando el cansancio del día ha ocasionado la crispación de las líneas expresivas, y para propiciar un sueño más reparador.

Antes del masaje, lávate las manos con agua y jabón y enjuágalas con un poco de alcohol o colonia.

Emplea una crema nutritiva para hacértelo. Cubre la cara con una capa espesa, date una fricción suave, para extender el producto. Luego masajea el área. Antes de comenzar, recuerda: las acciones profundas son favorables al adelgazamiento; las ligeras desarrollan los músculos faciales.

La nariz: Coloca los dedos en su nacimiento y ve alejando las manos hacia las sienes. Pon el pulgar y el índice sobre el extremo de la nariz, y haz una ligera fricción circular, continuándola hasta el nacimiento de la nariz.

La boca: A su alrededor se forma con facilidad. Para atenuarlas o prevenirlas, coloca dos dedos de cada mano en el centro del labio inferior y sepáralos, friccionando levemente la zona. Utiliza los dedos índices para frotar con delicadeza la línea que va desde los dedos de la nariz hasta las comisuras de los labios. En parte superior de la oca, masajea alejando un índice del otro, igual que hiciste con el labio inferior. Sigue la misma técnica para el centro de la barbilla.

Las mejillas: Frota suavemente ambos lados del rostro, llevando los dedos desde el contorno de la barbilla hasta las sienes. Con el puño cerrado, apoya el dorso de las manos siguiendo la misma dirección. Emplea dos dedos para friccionar profundamente, y en círculos ascendentes, de adentro hacia fuera, toda la superficie de las mejillas.

La frente: Masajea en forma circular toda el área, empleando los dedos medio y anular. Has el movimiento central en el espacio comprendido entre los ojos. Con los dedos planos, frota suave pero firmemente desde el arco de las cejas hasta el nacimiento de los cabellos para borrar las arrugas horizontales. Sobre la fina red de arrugas a los lados de los ojos (patas de gallinas), masajea delicadamente efectuando con el índice un movimiento de las orejas.

La barbilla: He aquí una zona que se reviste de adiposidades con una rapidez pasmosa… pero no te preocupes. Combate su aparición friccionando, con las yemas de los dedos, o pellizcando el área. Además, coloca el pulgar bajo el maxilar, el resto de los dedos encima, y sube hasta los lóbulos de las orejas.

Y ahora que ya has terminado, ¿te decides a ser tu propia masajista?

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