La libertad sexual va ligada a la libertad de la Mujer

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Lo curioso es que esta época no solo se caracteriza por un mayor libertad sexual sino también por la liberación de la mujer y el incremento de la conciencia ecológica; es decir, que realmente comienza la Era de la Verdad.

No debe extrañarnos que se mezclen el fomento de la sexualidad con cuestiones relativas al poder y al respeto hacia las mujeres, porque en la base del tantrismo y del taoísmo, hay un auténtico culto al poder femenino y a la Naturaleza. En una época donde la liberación de la mujer es algo absolutamente imparable y necesario para equilibrar y hacer más completa y realizada cualquier sociedad, las viejas enseñanzas tántricas y taoístas, donde lo femenino es sagrado, mágico y poderoso, son muy convenientes en este proceso de liberación y despertar de la mujer.

Por lo tanto, en el camino de utilización y aprovechamiento de los poderes y recursos sexuales, lo primero que tiene que hacer cualquier amante masculino es reconocer, sin complejos y sin problemas, la superioridad erótica de la mujer. A partir de este punto por donde puede comenzarse a avanzar. De hecho todas las técnicas sexuales tántricas y taoístas donde el hombre y por supuesto la mujer- puede alcanzar nuevos niveles de conciencia e incluso lograr beneficios físicos, mentales y energéticos, pasan necesariamente por despertar en la amante femenina todo su poder erótico y lograr su total satisfacción, para que ambos puedan alcanzar los máximos niveles de energía requeridos. Esto es totalmente lógico porque ambas filosofías ven en la sexualidad una fuente de energía y poder, que puede ser adecuadamente canalizada para obtener unos beneficios extras que van más allá de la simple satisfacción sexual. Como en este punto la mujer es netamente superior, el hombre debe esforzarse y volcarse en conseguir aumentar al máximo el nivel de gozo y por lo tanto de energía que emite su compañera. Su esfuerzo no será vano porque él podrá beneficiarse también de la poderosa fuerza que ambos crean. Y el máximo nivel, no nos engañemos, se consigue cuando junto a la energía sexual y erótica se unen la fuerza del amor y el poder de la mente.

Sólo cuando al sexo se une el amor, cuando las emociones están exaltadas por la mutua entrega y la mente canalizada en el mutuo embeleso, es cuando puede lograrse el máximo potencial de los rituales sexuales sagrados y conscientes.

 

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