A las relaciones sexuales se les llama también «relaciones íntimas». El término «intimidad» viene del latín y significa «lo más interior». La intimidad entre los amantes supone poner en mutuo contacto «lo más interior» que cada uno lleva. Esto puede ser tomado simplemente como desnudarse y unir lo íntimo de los cuerpos; pero la cosa va mucho más allá y, en realidad, es sacar hacia fuera lo más íntimo y secreto que uno lleva para compartirlo con la otra persona. Cuando esto puede hacerse la relación confiere a cada uno una gracia y un placer realmente insospechados.
El sexo más sano y más gozoso va ligado al amor, a la mutua confianza, a la honradez entre los amantes y a saber expresar los deseos más íntimos que ambos tienen. Así es como la relación erótica y amorosa puede crecer. El sexo y el amor son una hoguera que hace falta alimentar con «la leña» que cada uno lleva dentro; pero para que ambos puedan aportar lo que llevan dentro deben aceptarse plenamente el uno al otro. Aceptar y ser aceptado es uno de los frutos más dulces del amor, pero aquí no es el postre final sino la preparación o el plato necesario para los festines más exquisitos y gozosos. Ya sabemos que el amor y la atracción erótica deben enfrentarse a las penurias de la convivencia cotidiana, al desgaste y la rutina de la vida de cada día y eso es una erosión permanente.
Por lo tanto, hace falta dedicar un tiempo y un esfuerzo para alimentar la hoguera de los amantes. Sobre todo, el sexo puede convertirse en algo mecánico y rutinario, en un simple desahogo; esto, a la larga crea frustración y la persona menos favorecida, normalmente la mujer, comienza a inhibirse. Lo que alimenta la espiral de frustración.
Para evitar esto hay que abrirse a la fantasía, al juego, abrirse a la intimidad no solo de los cuerpos desnudos sino también de las mentes. Hay que sacar fuera lo que cada amante lleva dentro. Muchas mujeres se quejan de la falta de sensibilidad del hombre y muchos hombres de la falta de iniciativa de las mujeres. Aquí entra el juego de abrirse a la intimidad que uno lleva dentro y de aceptarse el uno al otro.
Por lo general, al hombre se le ha educado para triunfar. Él se siente un guerrero aunque trabaje en una oficina, alguien que debe ponerse muchas corazas para afrontar los desafíos de la vida. El hombre es por fuera duro y resistente pero en su intimidad lleva también una mujer, lleva también lo suave y lo femenino.
Una mujer debe saber despertar en su amante masculino esa intimidad. Un hombre no debe tener reparos en mostrarla con su amada. A la mujer le suele suceder lo contrario. Se la ha educado, sobre todo en el sexo, en la pasividad, en la espera, en el recibir, en la suavidad y en lo blando, pero en su intimidad, toda mujer lleva también un guerrero, alguien activo y dinámico, lleva un ser masculino que, en la intimidad con su pareja no debe tener reparos en mostrar. Si la relación se abre a la fantasía, si se intercambian los roles de vez en cuando, si cada uno puede mostrar sin reparos lo que le gusta y le desagrada, lo que le da más placer y sus sueños más secretos, es leña que se echa a la hoguera del amor y del deseo.
A partir de aquí la relación puede crecer, tanto en el nivel erótico como en el afectivo, si esto no puede darse es inevitable el estancamiento y, las emociones y los sentimientos son como el agua, cuando se estanca termina por corromperse.
El placer que se puede experimentar de contar las fantasías sexuales a la pareja y realizarlas juntos, es uno de los platos más exquisitos que pueden darse en la Mesa del Amor. Claro está que para esto hace falta una total confianza y un total amor.
También es cierto que en el proceso puede haber temores, miedos y vergüenzas; por eso he dicho que en el festín del amor hay que comenzar por el dulce fruto de la aceptación y la confianza. Si no se parte de aquí todo es mucho más difícil. Surgen los celos, las rigideces, el callarse y los rencores interiores que van pudriendo la relación.
Cosa que no deseo a ninguno de los amantes sino que ambos crezcan todos los días, llenos de fuerza y de gozo.
hola dagna… ya ni un saludo me mandas… :p
pipo es que esto esta super lento y no habia visto el comentario, mira a que hora pude responder..horita habale con tu mamai