Sobreproteger a un niño

hijo

Un gran error

Educar a los niños para que sean personas independiente es esencial para el desarrollo de su identidad y una sana autoestima. La clave está en apoyarlos cuando lo necesiten sin sobreprotegerlos.

La sobreprotección es la mayor enemiga de la independencia de un niño, y es habitual que los padres por querer hacer lo mejor, cometemos el error de sobreprotegerlos. Es imprescindible proteger a los pequeños frente a los peligros y amenazas del entorno, pero cuando estos peligros y amenazas no existen caemos en la sobreprotección y esto es contraproducente para educación y el desarrollo de los minos. Al sobreproteger al niño impedimos que se enfrente a sus tareas y retos diarios.

Unos padres excesivamente protectores acostumbran a su hijo a depender de otros para resolver sus problemas. Las consecuencias de este modo de educar son muy negativas, a una baja autoestima, y a una escasa fe en las propias habilidades y capacidades.

Diferencia entre protección y sobreprotección

No siempre es fácil saber cuándo hay que proteger a los niños y cuándo no es necesario. Debemos procurar a nuestros hijos una infancia agradable y llena de buenos momentos, pero sobreprotegerlos es perjudicial para su desarrollo. La clave está en prestar siempre apoyo y consejo a los minos y vigilarlos constantemente, pero manteniendo la distancia cuando se trate de acciones que pueden realizar ellos solos.

Proteger es, por tanto, apoyar, guiar y aconsejar, y sobreproteger es hacer por ellos lo que están capacitados para hacer solos. Nuestra función como familia y educadores es la de ensenar, educar, y servir de guía a los menores hasta que no nos necesiten, impulsando su desarrollo. No te conviertas en un obstáculo que les impida desarrollar las habilidades y estrategias para resolver sus conflictos y enfrentarse a sus retos.

Algunos consejos para cuidar y educar a tu hija sin caer en la sobreprotección:

*No exijas ni presiones al niño para que haga cosas para las que no está preparado. Tampoco hagas las cosas por ellos.

*Permite que vaya asumiendo progresivamente responsabilidades acordes a su edad y nivel de desarrollo. Deja que realice solo actividades como vestirse, comer ocuparse de su higiene personal, resolver pequeños conflictos con los amigos y compañeros, etc…

*Explícale cómo hacer determinadas cosas, observa y guía, pero deja que lo haga solo. Por ejemplo, para encargarse de su higiene explícale cómo debe lavarse, a continuación deja que lo haga por sí mismo mientras tú supervisas y guías y finalmente permite que lo haga y limítate a observar.

No trates de evitar que cometa errores, porque los errores forman parte del aprendizaje. Los fracasos son parte de la vida y del desarrollo, y experimentarlos le ayudará a aprender de ellos y a no temerlos.

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