La mejor forma de prevenir esta situación es ofreciéndole a los niños una dieta rica en fibra y agua, y evitando
obligarlos a dejar el pañal, estas son las recomendaciones brindadas por los pediatras..
1.La frecuencia de las deposiciones de un niño varía mucho en función de su edad. Un bebé sano, que toma lactancia materna, puede estar una semana sin hacer caca y no estar estreñido, mientras que un niño que va tres veces al día al lavabo, pero que no elimina por completo las heces del colon, está iniciando un estreñimiento.
2. Si es ocasional, los especialistas recomiendan que el niño beba más agua y que coma más frutas, verduras, legumbres, cereales, integrales, así como menos lácteos y nada de azúcares de absorción rápida (dulce de repostería, pan …).
3. Cuando es crónico, lo que suele ocurrir es que no se han detectado a tiempo los primeros síntomas, y ahora el malestar y el dolor hacen que el niño intente no ir al lavabo. Así se genera un cúmulo de heces duras que, a su vez, causan más dolor al intentar defecar, perpetuando el estreñimiento. De modo que se pierde el reflejo de defecación, y las heces acumuladas se endurecen y duele cuando salen.
4. Intentar “reenseñar” al cuerpo a defecar es la solución en estos casos. Se sugiere poner al niño a hacer caca a unas horas determinadas en un ambiente no hostil, evitando los lavados fuera de casa en los que podría sentirse inseguro. Pero, sobre todo, hay que tener paciencia y acompañarlos con mucho amor.