Abriéndote a nuevas oportunidades..!!

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No te ha pasado sentir que hay personas a las que la vida parece sonreírles? ¿A quiénes siempre todo les sale bien? Esos que todo el tiempo parecen amanecer con el pie derecho. Aquellos a los que las oportunidades los persiguen,
que encuentran los tesoros que todos quieren. Los que van por la vida cosechando éxitos… Y uno se pregunta
¿por qué yo no? Si yo quería algo así hace mucho. ¿Por qué la fortuna no me alcanza de vez en cuando?
¿Es pedir demasiado?

Algunos años atrás el periódico Washington Post hizo un experimento junto a Joshua Bell (considerado uno de los mejores músicos de estos tiempos). Bell se presentó a tocar sin que nadie supiera su identidad en una estación de subte de Washington a la hora pico, en la que todos acuden a trabajar. Llegó vestido muy sencillamente  y se puso
a tocar en medio del gentío con su violín valuado en 3 millones de dólares. Un stradivarius de 1810.

Tocó la maravillosa partitura 2 de Bach tal como si fuera el concierto más importante de su vida. Con el experimento se buscaba saber si esas mismas personas que pagarían cientos de dólares por escucharlo en un concierto, ahora que iban ensimismados y apurados tendrían la capacidad de disfrutar  de la música tocada por Bell. ¿Distinguirían semejante belleza? ¿La reconocerían en el medio de su camino?

El resultado fue tremendo y sorprendente: nadie le prestó atención. Unos pocos le dieron una rápida mirada, pero la mayoría lo ignoró. Durante cuarenta y cinco minutos pasaron frente a él 1.097 personas, sólo 7 se detuvieron y ganó 32 dólares.

Este experimento me hace pensar en cuántas cosas  nos estaremos perdiendo si vamos como ciegos y sordos por la vida. No importa que una maravillosa sinfonía se esté tocando para nosotras: si estamos demasiado ensimismadas en nuestras cosas, no veremos ni escucharemos nada. Si vamos encerradas en lo que nos salió mal, en los “no” que nos dice la vida (¡o nuestro jefe!) o en pensamientos egoístas, de seguro no veremos la cosas maravillosas que nos rodean, incluso teniéndolas frente a nuestras narices. Si te encuentras absorta en tus problemas, no verás las oportunidades que puede estar presentándote la vida. Si tu actitud es negativa y sólo te autocompadeces, jamás escucharás la sinfonía de la oportunidad..
Creo que aquí está la diferencia con aquellas personas a las que parece que la vida les sonríe:  ellas son abiertas
y positivas más allá de los que les toca vivir, atentas a los seres que tienen en su entorno. Ábrete, expande tus pensamientos, no te centres sólo en ti y tus problemas, mira a tu alrededor. A veces, interesándonos en los
otros puede suceder algo inesperado: encontrarnos con un tesoro para nosotros.

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