Cuando un miembro de la pareja recurre al silencio después de una discusión o una diferencia puntual, está aplicando una de las formas de manipulación más dañinas.
«Si te enfadas, piensa siempre en las consecuencias», decía Confucio con gran acierto. Ahora bien, a este sabio consejo deberíamos añadirle otro pequeño detalle: «cuando te enfades, piensa en la imagen que das de ti».
Queda claro que todos tenemos pleno derecho a enfadarnos, pero hacerlo de la manera adecuada es un arte y dice mucho de la calidad humana, emocional y psicológica de cada persona.
Así, una de las situaciones más complejas es sin duda saber manejar las discrepancias a nivel de pareja. No podemos olvidar que en este contexto, cualquier diferencia, pequeña desavenencia y enfado, las emociones se magnifican y quedan a flor de piel.
De este modo, quienes no sean hábiles a la hora de comunicar, de gestionar ese universo interno para saber llegar a acuerdos y encauzar las pequeñas fricciones del día a día, derivará sin duda en situaciones muy complicadas en su relación.
📌La ley del hielo y el cerebro que actúa con ira
Hay muchos tipos de abuso psicológico. El ser humano está doctorado en esta especialidad y lo aplica de muy diversas maneras, algunas de forma más burdas y otras un poco más sofisticadas
Así, cuando mi pareja se enfada y no me habla, está haciendo uso de un tipo de habilidad que requiere de tres dimensiones muy concretas: ira dirigida, ego y propósito.
Así, quien aplica la ley del hielo sabe bien lo que hace y lo que quiere.
📌Así, quien opta por el silencio y el «ahora te ignoro y no te hablo» se define básicamente por una serie de dimensiones:
✨Inmadurez emocional y escasas solvencia para manejar las discusiones y discrepancias.
✨Baja resistencia a la frustración.
✨Deseo expreso de manipular al otro, de ser el centro de atención para lograr que el otro claudique y así, asumir mayor poder.
✨Nula habilidad para resolver problemas y para hacer uso de una adecuada comunicación.
Ahora bien, más allá de estas características hay un hecho innegable que debemos asumir: hacer uso del silencio, de la indiferencia más dura cuando hay un problema o una discrepancia es una forma de abuso. Si te devalúa, si te hace el vacío cuando opinas diferente y te retira la palabra durante días, te está anulando como persona valiéndose del lazo emocional.